Yo creo que desde hace un año deseábamos comer alcachofas de alguna manera, pero la pereza era más grande de la gana de comerlos, es que hay que limpiarlos bien, pero bien, porque es bastante encontrarse con una hoja dura que ya quita la magia de saborear esta verdura tan exquisita, fue una lucha muy dura pero el otro día derrotamos a nuestra pereza y conseguimos comer un plato único en su gusto.
Siempre hemos comido alcachofas con pescado, pero nunca frito, el otro día lo intentamos, y la verdad es que salió riquísimo.
Os lo aconsejamos como alternativa al pescadito frito de toda la vida.
Ingredientes:
- 4 alcachofas
- 400 gr de potas o anillos de pota
- 150gr de pan rallado
- 150 gr de pan de molde
- 6 clara de huevos
- Limón
- Sal
- Pimienta negra
Preparación:
Llenar un cuenco lleno de agua y limón.
Limpiar muy bien las alcachofas, quitando todas las hojas externas hasta llegar a las más blandas.
Cortar el tallo, y quitar la parte externa más dura, y cortarlos en ¾ partes, y meterlos en el cuenco con agua y limón.
Cortar por la mitad los corazones de alcachofas y quitar la pelusa interior, y empezar a cortarlos en tiritas le medio centímetro en el sentido largo.
Una vez cortado ponerlos en seguida en el cuenco para que no se oxiden.
Una vez terminado con las alcachofas empezar a limpiar la pota, nosotros compramos anillos frescos para compensar la pereza en el limpiar a las alcachofas.
Poner en un plato la clara de huevos, y batirla un minuto.
Pasar muy rápido el pan de molde en un mixer y triturarlo bastante grande, ponerlo en un plato con el pan rallado.
El pan de molde añadirá un poco más de crujiente.
Poner una sartén con aceite de girasol en el fuego u una vez caliente empezar a pasar muy rápido uno o muy pocos a la vez las alcachofas y la pota, primero en la clara de huevos y luego en la mezcla de pan.
Ponerlos en el aceite y retirarlos una vez dorados, quitando muy bien el aceite en exceso.
Una vez terminado echar sal y pimienta al gusto y servir muy caliente.
Buon Appetito!
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