Cuccumella: el café como nunca lo has probado

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Hay maneras y maneras de preparar el café y consumirlo. Hay dos grandes categorías de los amantes del café: la primera son los contemporáneos afectados por el ritmo frenético de los tiempos modernos que prefieren irse al bar y tomar un café rápido preparado por maquinas profesionales antes de irse al trabajo (como pasa a menudo en nuestra ciudad de origen Milán, por ejemplo), la segunda son los que con nostalgia están atados a el espíritu de los tiempos pasados, y aman dedicarse el justo tiempo prefiriendo prepáraselo en casa con una moka y disfrutar despertándose del aroma de un buen café eligiendo ellos mismo que tipo de mezcla y tueste. En este segundo grupo hay un nicho, personas que en el café ven un verdadero ritual, algo sagrado, donde saborear poco a poco todo el aroma del café, estas personas puede que prepararen el café con una cuccumella.
Te estarás preguntando, si no vives en Nápoles o no hablas italiano muy bien, ¿qué es esto?
Es la cafetera napolitana de la cual habla el mítico Eduardo De Filippo en “Questi fantasmi!” del cual es director y autor, una comedia en tres actos del 1945; desde la obra se rodó una película homónima ( donde actuaron Renato Rascel, Erno Crisa e Franca Valeri) y en el 1962 se hizo una producción para la televisión italiana interpretada por el mismo Eduardo. En el acto II es donde se habla del café, de su preparación, de su magia como solo el grande Eduardo sabía hacer.
Una tradición antigua que gracias a su obra se hace nota en todo el territorio nacional e internacional.




En el libro Made in Naples de Angelo Forgione hay unas páginas dedicadas al café, no podría ser de forma diferente en un libro dedicado a esta encantadora ciudad y sus tradiciones.
Forgione nos cuenta que el café napolitano fue, desde el 1700, ritual y materia de negocios. Todos han oído cuanto alguien que haya comentado” ¡qué sabroso está el café napolitano! “
Es interesante ver el por qué y cuál fue la historia que llevó el café en Europa y en Nápoles en el especifico.


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Pietro Longhi:Lección de geografía, 1752

La planta de café es originaria de Etiopia desde aquí se difundió en Arabia y Turquía; en el 1554 se abrió en Constantinopla el primer local de degustación de café. En el 1600 se empezó a ver en las costas italianas gracias a las operaciones mercantiles marítimas de Venecia.
Fue Viena, pero, la primera ciudad europea que hizo del café una institución dando vida en el XVII a los primeros Kafeehaus.
Es Viena de hecho el punto de conjunción entre Nápoles y el café: fue María Carolina de Austria, esposa de Fernando I de las Dos Sicilias (en el 1768) a hacer del café el symbol de Nápoles o viceversa, ella y su hermana, María Antonieta de Francia, eran grande estimadoras del café, fueron entonces las dos hermanas austriacas que promovieron el café como infusión ideal para los desayunos en Europa.

Invento espectacular en la historia del café a Nápoles fue la cuccumella en el 1819: esta cafetera con su silueta inconfundible utiliza y combina el método de decocción de la manera turca y el veneciano de infusión con un sistema de filtro doble.
El aroma, la preparación el gusto del café usando esta máquina para el café es algo único, y solo los más expertos, los que aman desde el profundo el café pueden entenderlo.
Pero ¿por qué el café napolitano está tan rico? Algunos dicen por el agua de Nápoles, pero la verdad es que es solo una historia, el hecho real es la importancia del tueste, del napolitano se habla de una cocción correcta, que evita que el café, los granos, se queme y de ese sabor a quemado tan desagradable. Entonces primero hay que elegir una correcta mezcla, luego hay que molerla de la forma adecuada para la cuccumella, por que las para moka tradicional le valen, se pueden usar por supuesto, pero, la cantidad de cafeína será mayor de la que se debería tener.
La cuccumella es ,también, el symbol social de la ciudad de Nápoles, pero también lo es el café en general, es sociabilidad, es compartir, es una excusa para charlar y cotillear, para quedar con tus amigos, para pasar un rato de sobremesa con tu familia y ponerte al día: el café es uno más de la familia es el que te acompaña en los buenos y malos momentos dándote el cariño que te mereces y no hay forma mejor, según nosotros, de disfrutar de ello con una pieza histórica de la tradición italiana y partenopea.
Cuando preparo el café con nuestra cuccumella (que tiene nombre y todo), lo que me gusta más es el tiempo que le dedico a la preparación: escuchar el café que toma vida poco a poco, el sonido de su infusión es algo mágico: con la cuccumella y solo con ella puedes empezar a degustar el café antes de verlo en tu taza. Todos tus sentidos están empleados desde el tacto hasta el oído.
Así que si te tomas el café solo para su cafeína y su poder excitante y eres un aficionado a los tiempos modernos, la cuccumella no está hecha para ti ya que se tarda unos 5 minutos en infusionar , más el teimpo de cocción y preparación,y tú no tienes tiempo , pero si eres una persona que ama el café, quiere disfrutar de cada momento de su día y se refleja en esta sociabilidad de la que hablamos, la cuccumella está hecha para ti y por eso te encantará descubrirla y que haga parte de tu vida.


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Curiosidades:
También en la ciudad de Trieste el café es parte de la tradición gastronómica, aunque el tueste es diferente del napolitano.
La obra de Pietro Longhi: “Lección de geografía” es una prueba de cuanto el café haya sido importante en la cultura de la República de Venecia desde el principio, es suficiente mirar atentamente para intuir que las dos criadas están llevando a la mesilla una tazas de cafés, era de hecho, una de las infusiones más de moda en ese periodo histórico.
Un abrazo y espero que hayas disfrutado del aroma del café como yo.

Jessica




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