¡Buenas!
El otro día encontramos en el supermercado judías verdes, las de las finas, decidimos llevárnosla para casa.
Cada vez alucino más de cuanto para mí la comida se relaciona con los recuerdos, de la infancia especialmente.
Hay perfumes, colores y sabores que de repente te llevan a otros lugares, otros tiempos; es como en el libro de Marcel Proust “A la recherche du temps perdu” :
[...] ”me llevé a los labios una cucharada de té en la que había dejado reblandecer un trozo de magdalena. Pero, en el instante mismo que el trago de té y migajas de bollo llegaban a mi paladar, me estremecí, dándome cuenta de que pasaba algo extraordinario. Me había invadido un placer delicioso, aislado, sin saber por qué, que me volvía indiferente a vicisitudes de la vida, a sus desastres inofensivos, a su brevedad ilusoria, de la misma manera que opera el amor, llenándome de una esencia preciosa; o, más bien, esta esencia no estaba en mí sino que era yo mismo.” " Y, de repente, el recuerdo aparece. Ese gusto es el del trocito de magdalena que el domingo por la mañana en Combray (porque ese día yo no salía antes de la hora de misa), cuando iba a decirle buenos días a su habitación, mi tía Leonie me daba, después de haberlo mojado en su infusión de té o de tila. La vista de la pequeña magdalena no me había recordado nada, antes de probarla; quizá porque, habiéndolas visto a menudo después, sin comerlas, sobre las mesas de los pasteleros, su imagen había dejado esos días de Combray para unirse a otros más recientes [...]
Y desde que reconocí el gusto del trocito de magdalena mojada en la tila que me daba mi tía (aunque todavía no supiera y debiera dejar para más tarde el descubrir por qué ese recuerdo me hacía feliz), en seguida la vieja casa gris, donde estaba su habitación, vino como un decorado teatral a añadirse al pequeño pabellón que estaba sobre el jardín ...”
En este caso mi magdalena es un primer plato de judías verdes, un plato que me lleva a la huerta de mi abuelo Cosimo, donde cultivaba, entre las otras cosas, judías verde. Veo la cocina de mi abuela Emanuela: sus manos trabajando rápidamente para limpiar las verduras que Cosimo le había traido…
Y todo eso en la escenografía de la ciudad de Milán, cuando, todavía, había huertas urbanas. Sí la mismas huertas urbanas que ahora se han puesto otra vez de moda y parecen un gran invento; pero siempre han existido. Menos mal que lo bueno vuelve de vez en cuando ¿no?
Si cierro los ojos cocinando este plato es a ellos que veo, es lo que se llama comfort food: una comida que esconde unos recuerdos que estaban aparcados en tu mente y que de repente vuelven a vivir gracias a ese sabor.
Un plato sencillo, un plato de la tradición italiana, un plato que podías comer si Emanuela, mia nonna , te invitaba a comer a su mesa:
Ingredientes para 3/4 personas
- 300 /400 gr Judías verdes finas frescas
- 700 gr Tomate tamizado natural
- 1 diente de ajo
- Guindilla (opcional)
- Pimienta negra
- Albahaca fresca- al gusto
- Sal
- Aceite EVO
- Espaguetís (para 4 personas 350 gr)
Preparación:
Limpiar y hervir las judías en una olla con abundante agua durante unos 3/5 minutos.
Quítalas del agua y conserva el agua de cocción, ya que la usarás para cocinar los espaguetis.
Prepara la salsa de tomate: limpiar el ajo, quitar el corazón del ajo para que sea más digestible, dejarlo sofreír con un poco de aceite EVO y la guindilla (si quieres). Dejar cocinar hasta que se dore ligeramente.
Añadir el tomate tamizado, dejar cocinar unos 10 minutos, añadir a la salsa las judías y seguir cocinando durante 15/20 minutos más a fuego lento. Añade un poco de sal. Remueve de vez en cuando. Una vez lista añade la albahaca fresca a la salsa y quítala del fuego .
Al acabar el tiempo de cocción de la salsa, pon sobre el fuego la olla con el agua donde herviste las judías, si necesario añade más agua, cuando hierve añade la sal gruesa, la justa para cocinar la pasta, y cuando hierve echa los espaguetis.
Escúrrelos cuando están al dente, vuelve a ponerlos en la olla,que ya habrá quitado del fuego, añade un poco de salsa, remueve, emplata, añde un poco más de salsa, si quieres, echa un poco de pimienta negra molida y sirve.
Buon Appetito! Guten Appetit !
Un abrazo desde Hamburg, hoy hay sol, así que aprovecho y voy a dar un paseo
Jessica
Riquisimo seguro y cargadito de recuerdos, que mas quieres? Besos
ResponderBorrarNada más :D Gracias pili por tu comentario un abrazo Jessica
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